
Estamos ante uno de los mejores discos jamás publicados, el sofisticado, poético y envolvente "O som sagrado" del ritmista carioca Wilson das Neves.
Desde la decada del 50, Wilson acompaña en la batería a los mejores interpretes de su generación, aunque quizá se le recuerde por ser el ritmista de confianza de Chico Buarque.
Wilson, que componía melodías en secreto, se atreve a mostrarle una a su amigo el gran guitarrista Raphael Rabello que enseguida se entusiasma y le pone en contacto con Paulo Cesar Pinheiro, el mayor letrista y poeta de la MPB, a años luz del sobrevalorado Vinicius.
De esta parcería nace "O som sagrado" un disco mágico dónde todo es perfecto, acabado, y cuidado al detalle.
La voz grave, negra, de Wilson, crea un clima cálido perfecto para esos sambas lánguidos y preciosistas que hipnotizan al oyente y no le salen de la cabeza una vez escuchados. Voz aspera, de crooner, mantenida en secreto hasta entonces en el solapado oficio del ritmo.
Se unen en la gravación el gran Dino 7 cordas, uno de los fundadores del grupo Epoca d´Ouro, el entonces joven y prometedor Dudu Nobre y Luiz Claudio Ramos, que ultima los arreglos.
Son 14 sambas, 13 con letra de Pinheiro y otro de Chico Buarque (Grande Hotel) que devuelve algo de lo mucho que le debe a Wilson cantando a dúo. También participa João Nogueira en el saudoso homenaje "Um samba pra Cyro Monteiro".
O samba é meu dom
Aprendi bater samba ao compasso do meu coração
De quadra, de enredo, de roda, na palma da mão
De breque, de partido alto e o samba canção...