4/22/2006

4.- La feijoada de los sábados


Los domingos el brasileño tiene por costumbre reunir a la familia para compartir un churrasco. Suelen hacerlo en casa de los abuelos, padres, en un número parental muchas veces asustador. No se sabe muy bien si es la fuerza de la sangre la que logra reunirlos o la parrillada. ´

Los sábados en cambio son él día (a veces también los miércoles) de la feijoada, que es más para tomar entre amigos.

La feijoada completa lleva un poco de todo. Aunque le da su rasgo esencial es el modo de preparar el feijão preto, con aquellas partes del cerdo (pies, lengua, rabo, etc) que antiguamente los señores daban a los esclavos de las senzalas, como se echan los restos a un perro. Los esclavos supieron hacer de la necesidad virtud inventando la feijoada con los únicos elementos que tenían a mano, el arroz, el feijão y las sobras.

Para que sea completa la feijoada debe acompañarse con torreznos, cove deshilachado, naranja, farofa y, si se quiere, caipirinha. Es un plato pesado, que no cae bien en estómagos perezosos.

Algunos dicen que la feijoada sólo es completa cuando termina con una ambulancia en la puerta.